El 2024 ha sido rico en experiencias y de entre ellas se destaca el haber podido participar como expositor en las Jornadas de la Red Latinoamericana de Saneamiento de Aguas – AMARU, donde tuve la suerte de conocer buenas personas y profesionales del rubro, realizadas del 20 al 23 de agosto en la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción.

En dichas jornadas puede apreciar en diversas charlas, el aporte de muy interesantes trabajos de investigadores, y a la vez apreciaciones sobre la realidad sobre el tratamiento de aguas en distintos países de Latinoamérica y España. También escuché con cierta satisfacción los comentarios sobre las características básicas del agua de nuestro río Paraguay, lo cual conlleva que su potabilización sea óptima, calificándola como de muy buena calidad.

Por otra parte, en la sección de ponencias empresariales, me ha tocado exponer sobre: Tratamientos sostenibles de aguas residuales – Alternativas tecnológicas aplicables al contexto nacional de Paraguay, lo cual lo consideré como un tema desafiante, sobre todo por la poca disponibilidad de información estadística que adolecen nuestras instituciones públicas, lo cual dificulta de manera importante el exponer sobre nuestra realidad.

Paraguay es un país con importantes recursos hídricos superficiales y subterráneos que incluyen ríos caudalosos y extensos acuíferos. Esta disponibilidad hídrica abundante en el país puede que incida precisamente en la falta de conciencia de la población sobre la importancia de su adecuada preservación para las siguientes generaciones.

Aunque en las últimas décadas se ha dado al tema cierta pero tímida atención gubernamental sobre la protección de los recursos hídricos, mediante leyes, decretos y resoluciones, pero dichas gestiones no tienen la dinámica adecuada y la sostenibilidad requerida. En este sentido, la falta de reglamentaciones rápidas y eficientes de las leyes, se encuentran asociadas principalmente a la falta de recursos para el control y aplicación de los mencionados instrumentos legales.

En el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) no existe un registro o catastro de datos de establecimientos privados o estatales, que cuenten con sistema de tratamiento de aguas residuales. Igualmente, el Sistema de Información Ambiental no posee forma de filtrar ni los estudios, ni los informes relacionados al tema efluentes industriales y domésticos, por lo que lamentablemente puede aplicarse la frase de William Thomson que dice… “Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

Por otra parte, existe un Plan Nacional de Recursos Hídricos, instrumento de gestión publicado en el año 2023, el cual involucra a los principales ministerios e instituciones con afectación al recurso vital, pero no involucra al ámbito industrial por lo cual aún no se distinguen avances. A nivel estatal, se carece de infraestructura adecuada para proporcionar la cobertura de la cada vez más creciente demanda de servicios de tratamiento de efluentes cloacales, pues más del 2/3 de la población aplica la infiltración subterránea (pozos ciegos) y solo el 7.5% de la población recibe el servicio de canalización hasta una planta de tratamiento de efluentes. En el ámbito privado, se observa una tendencia de empresas industriales y comerciales a cumplir con las reglamentaciones de calidad de las aguas servidas tratadas, mediante la aplicación de diversos sistemas principalmente compactos, así como de tamaños importantes de tipo industrial para el tratamiento de aguas residuales, mayormente con etapas de tratamiento primario, secundario (con predominancia de tecnologías de lodos activados) y el tratamiento terciario de desinfección final.

También puede destacarse la aplicación de tecnologías de oxidación avanzada en sistemas de tratamiento de efluentes, así como tratamientos de deshidratación e incineración de lodos.

El agua es vida……Cuidémosla

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